lunes, 22 de agosto de 2011

Los mitos sobre la responsabilidad social empresarial


Algunos consideran a la responsabilidad social empresarial (RSE) como una moda, otros la confunden con sólo acciones de filantropía; el caso es que las organizaciones grandes, medianas y pequeñas han empezado a considerar esta filosofía como parte de su estrategia de negocio.
Sobre este tema existen varios mitos que no permiten la propagación de una cultura de responsabilidad social en toda organización de la sociedad:
La responsabilidad social se centra en la filantropía. Ese se considera como unos de los antecedentes de la RSE. En México el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), es una asociación civil con más de 700 miembros que ha buscado desde 1988 difundir la cultura de la responsabilidad social a través de diversos medios, siendo un de ellos el sello de Empresas Socialmente Responsables ESR. Esta manera de difundir la RSE ha permitido profesionalizar las acciones de responsabilidad social a través de la medición de una serie de indicadores que hacen una revisión profunda de la organización, lo que permite una visión más integral de la empresa y que no quede sólo en acciones de altruismo.
La responsabilidad social sólo es para las grandes empresas. En los últimos años han sido muchas organizaciones de diversa índole que han empezado procesos de autoevaluación para lograr una acreditación de este tipo y muchas de éstas han sido medianas y pequeñas empresas. El hecho de que las empresas grandes sean más visibles sobre este tema, es porque divulgar lo que la empresa hace por su comunidad y sus empleados es parte de sus estrategias de comunicación.
La responsabilidad social sólo tiene que ver con temas ambientales. Este es uno de las primeras referencias que se tiene del concepto RSE, sin embargo su ámbito es muy amplio, la RSE abarca, además de los temas ambientales, principios fundamentales como respeto a la dignidad de la persona, empleo digno, contribución al bien común, ética en los negocios, vinculación con la comunidad, transparencia, honestidad y legalidad, justicia y equidad, entre otros.
La empresa que tiene un distintivo de RSE está libre de culpa. Como los procesos de certificación fundamentalmente se centran en la autoevaluación, siempre toda organización debe estar abierta a procesos de mejora; por lo mismo, distintivos como ESR plantean que cada año éste se pueda renovar para darle más certeza a la comunidad de que esa organización se encuentra en continuo proceso de revisión.
La responsabilidad social significa sacrificar ganancias de la organización.
La RSE es una oportunidad de negocio, ya que permite, producto de la revisión de sus procesos, implementar mejoras que impactan directamente en las finanzas de la empresa. Ejemplos muy concretos son que una organización socialmente responsable suele ser más visible y amigable con los clientes y consumidores al momento de que éstos decidan una compra o hagan alguna referencia sobre cierta empresa. También implementar un programa de medio ambiente como parte de una iniciativa de responsabilidad social permitirá reducir costos en el consumo de energía, agua, papel, residuos sólidos, entre otros.
Lo más recomendable al momento de iniciar un programa de responsabilidad social es que toda iniciativa debe nacer desde la propia misión de la organización; ya que ésta es la que guiará los esfuerzos por implementar programas que verdaderamente se apropien los miembros de la organización como son los empleados, directivos y socios.
Nota: se ha finalizado el primer estudio sobre la percepción de la responsabilidad social empresarial en la zona metropolina de la Laguna, la investigación es uno de los proyectos de la Red de Empresas Socialmente Responsables de la Laguna y fue financiado con recursos de los miembros de esta Red. Muy pronto se compartiran los resultados.

martes, 9 de agosto de 2011

Presentan proyecto para construir planta de energía solar en Atacama

La producción energética sustentable no es sólo una teoría o un proyecto a futuro, es también un negocio. Existen empresas que se dedican al rubro y que obtienen ganancias, aportando valiosos megawats al mix energético de nuestro país. Una de esas empresas es Element Power, que ha presentado un proyecto para construir un parque eólico en el norte del país.

La planta que presentaron tendría una potencia nominal de 30MW, con una inversión de 103 millones de dólares y estará ubicada en las cercanías de San Pedro de Atacama. La energía que produzcan será inyectada al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) a través de una línea de transmisión.

La empresa ya tiene experiencia en Chile, y actualmente el Parque Eólico Arauco está siendo instalado en la octava región, iniciativa que costa de 50 generadores eólicos y que tiene una potencia de 100MW, energía que inyectan al Sistema Interconectado Central.

También están desarrollando otro proyecto de energía solar, el más grande que se haya construido en Chile, en las comunas de Pica y Pozo Almonte, con una inversión total de 288 millones de dólares. Para este proyecto, la empresa apostó porque el estado les concesiones tres terrenos de 200 hectáreas cada uno para instalar la planta.

En el proyecto de San Pedro de Atacama, Element Power emitirá certificados de reducción de bonos de carbono, pero lo importante es que le demuestra al mundo empresarial que construir plantas de energías limpias también puede ser negocio, y que no sólo las termo e hidroeléctricas rinden frutos.

Fuente: Diario Financiero